Aprovechando el poder del viento en Nebraska

Educativa

La expansión de la generación eólica ha sido, y sigue siendo, una bendición para el desarrollo rural.

La energía eólica es una de las fuentes de electricidad de más rápido crecimiento en todo el país. Varios estados del Medio Oeste, incluido Nebraska, están a la cabeza de su desarrollo, según informes recientes del Departamento de Energía de Estados Unidos.

En 2022, la energía eólica representó el 22% de la nueva capacidad eléctrica del país, lo que representó una inversión de 12 mil millones de dólares. Si bien se consideró un año malo para las instalaciones debido a problemas en la cadena de suministro, las previsiones para las inversiones en energía eólica han aumentado casi un 60% gracias a la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación en 2022.

En 2022, los condados de Nebraska recaudaron $8.6 millones en ingresos del impuesto de capacidad nominal del estado. Estos fondos se han utilizado para mejorar los servicios esenciales del condado, reducir el impuesto a la propiedad para los residentes y aumentar la financiación para los distritos escolares. La industria también ha creado puestos de trabajo para los residentes rurales. Según Clean Jobs Midwest, casi 20,000 habitantes de Nebraska estaban empleados en el sector de energía limpia en 2022, y más de un tercio en zonas rurales.

La energía eólica se ha estado expandiendo en Nebraska durante más de dos décadas y ahora ocupa el puesto 12 en el país en capacidad total de generación eólica. En 2022, se agregaron 602 megavatios a la capacidad existente del estado, que ocupó el tercer lugar en el país. Esa cantidad puede abastecer a casi 180,600 hogares adicionales al año. Nebraska produjo el 31% de su generación total de energía en el estado a partir de energía eólica, ocupando el séptimo lugar en el país.

Dado el potencial impacto positivo de la energía eólica en el desarrollo rural, capitalizarla es esencial para el crecimiento económico. Nebraska ha allanado el camino como líder en el crecimiento de la industria, que pagará dividendos a las comunidades rurales en las próximas décadas.